Recientemente participé en un panel sobre carismas religiosos y el Bien Común, parte de una conferencia sobre Ética en el mundo de Negocios organizada por la Universidad de DePaul. Los otros dos panelistas eran de la Sociedad de Jesús y la Congregación de los Domenicos.
El tema me atraía: el Bien Común parece un concepto perdido últimamente, para muchos demasiado utópico quizás, sin embargo si no existe preocupación para todos los miembros de una sociedad, un futuro mejor no se alcanza. Yo presenté cinco ideas del legado de San Vicente. Invito a Uds. lectores a leer lo siguiente con tu propia creatividad Vicentina: cuáles elementos de nuestro carisma presentarías tu para discutir el Bien Común? Las cinco que presenté:
Mi conclusión era que urgentemente se necesita un nuevo contrato social, un acuerdo implícito entre miembros de una sociedad a colaborar para beneficios sociales, uno que garantiza igualdad de oportunidad para todos, derechos humanos y civiles, y protecciones sociales básicos. Simplemente, ningún niño debe ser castigado por nacer en la pobreza. La Agenda 2030 de la ONU propone 17 Objetivos Sostenibles de Desarrollo para Personas y la Planeta. Realizarlos, hacerlos realidad, sin dejar a nadie atrás, nos pondrá en camino hacia el Bien Común y un nuevo Contrato Social. Como tratamos a los empobrecidos, los últimos entre nosotros, es el mejor juicio de una sociedad y de nosotros como cristianos y seguidores del carisma vicentino. Jim Claffey NGO representante de la CM a la ONU www.congregationofthemissiom-un-ngo.com
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El artículo previo decía que Nuestra Agenda Común visualiza los próximos 25 años y representa la visión del secretario-general para Construir un Futuro Mejor a través de una reactivación de cooperación global en cumplir con compromisos hechos anteriormente.
Los mismos Estados-Miembros de la ONU identificaron doce áreas de acción que pueden realizarse solamente con un fuerte multilateralismo. Sin embargo, esto no garantiza acción de su parte, porque con frecuencia Países toman compromisos públicos con poco o ningún cumplimiento. Ciudadanos del mundo tienen que insistir en el cumplimiento. Muchas veces solo con presión de abajo, de la base, harán los “líderes” lo correcto para su pueblo. Y aun así, como bien saben los Vicentinos, los más pobres puede ser ignorados. Entonces, como dice Antonio Guterres, “Ahora es el momento” para pensar en grande y actuar urgentemente en los siguientes asuntos mayores claves para todos nosotros. De los doce, me parece que hay seis donde nosotros podemos contribuir algo significativo si los miramos con ojos vicentinos, es decir, preguntando Que Debo Hacer sobre ellos en mi ministerio. Entonces mirémoslos creativamente. NO DEJAR A NADIE ATRAS: especialmente los marginados, cuya voz se debe escuchar sobre cualquier esfuerzo por mejorar la sociedad. Incluye no dejar a nadie fuera de línea porque acceso al internet ha llegado a ser factor crítico para la vida de ahora. PROTEGER A NUESTRA PLANETA: solo tenemos una y ella grita para cuido, atención y protección. El reto grande de nuestro tiempo. Laudato Si, un guía bello. PROMOVER LA PAZ Y PREVENIR CONFLICTOS: podemos promover dialogo con respeto mutuo en vecindades y comunidades, podemos buscar la manera de escuchar—algo desaparecido muchas veces—a otras opiniones para disminuir las divisiones actuales. ESCUCHAR A Y TRABAJAR CON JOVENES: otra vez, escuchar es clave, ayudarles creer en un futuro mejor, asegurar que ellos tengan participación real en cada oportunidad. PONER A LAS MUJERES Y NIÑAS AL CENTRO: ellas sufren más que nadie en la pobreza y cada crisis, es tiempo darles primacía en esfuerzos de Construir Adelante Mejor. Rechazar lenguaje y leyes de género discriminación. CONSTRUIR CONFIANZA: fe en instituciones casi no existe, especialmente entre la juventud, y es algo que tiene que cambiarse para poder adelantarnos. Promover integridad y transparencia, eliminar corrupción y exigir responsabilidad a todo nivel. Las otras seis áreas de acción: SEGUIR LA LEY INTERNACIONAL Y ASEGURAR JUSTICIA MEJORAR LA COLABORACION DIGITAL MEJORAR LA MISMA ONU ASEGURAR FINANCIACION SOSTENIBLE LEVANTAR ASOCIACIONES MANTENERSE PREPARADOS Para terminar, recuérdense que el informe entero se encuentra en nuestro sitio web abajo, en la sección “Noticias.” Jim Claffey NGO Representante de la CM a la ONU www.congregationofthemssion-un-ngo.com Nuestra Agenda Común…..Informe del Secretario-General
“Ahora es cuando….' Los Estados-Miembros de la ONU pidieron del secretario-general, Antonio Guterrez, un informe con recomendaciones para avanzar la agenda para personas, para la planeta, para la prosperidad y para la paz. El documento no presenta ideas nuevas. Es una agenda de acción para acelerar la implementación de acuerdos y compromisos ya existentes, especialmente las Metas de Desarrollo Sostenible que hemos discutido recientemente en estas páginas. Y debe interesar a vicentinos. Nuestra Agenda Común es el fruto de una consulta global de un año en celebración del aniversario 75 de la ONU, e involucraba el parecer visionario de pensadores reconocidos y pensamientos innovadores de la juventud imaginando un nuevo contrato social para la humanidad y la tierra. El documento es una llamada urgente en un momento clave para la humanidad. La pandemia COVID-19 reveló cuan inestables e inadecuados son los sistemas de protección social, y Nuestra Agenda Común apunta reanimar la solidaridad multilateral como el único camino adelante en un mundo tan interconectado. En el pasado, el multilateralismo ha contribuido a los avances en la salud mundial (85% de niños vacunados regularmente, eliminación de viruela), la paz mundial (ni otra guerra mundial ni holocausto nuclear), aumento de respeto para derechos humanos, acción humanitaria que ayudó a 98 millones en 25 países, mayor atención al cambio climático, para mencionar solo unos pocos. Entonces Nuestra Agenda Común proclama al mundo “Ahora es el momento a abrazar la solidaridad global, a seguir adelante en nuestro viaje juntos,” a proteger nuestra (única) planeta y a “no dejar a nadie atrás.” “Dejando a nadie atrás” debe gritar fuerte a nosotros quienes intentan seguir al Carisma Vicentina porque siempre se dejan atrás, o afuera completamente, los pobres en las decisiones sociales. La pobreza es una decisión de póliza. Los pueblos empobrecidos del mundo son nuestra razón de existir como miembros de la Familia Vicentina. Son la razón que trabajamos como FamVin Alianza con las Personas Sin Hogar para que todos tengan una casa. Son el enfoque y preocupación principal mientras trabajamos en ministerios diferentes en tantos países para aliviar el sufrimiento en el mismo espíritu creativo, práctico y eficiente que vemos en San Vicente y Santa Luisa, en Rosalia Rendú y en Fréderico Ozanam. En otro artículo próximo, veremos las 12 áreas de acción propuestas en el informe. Encontraremos retos a incorporar a nuestros ministerios actuales. Finalmente, para quien quiere leer el documento entero, de 76 páginas, el link se encuentra en nuestro sitio web www.congregationofthemission-un-ngo.com, bajo “Noticias.” Jim Claffey NGO representante de la CM a la ONU ¡Bienvenido a “El Habilitador”! ¿Una película veraniega? No, y no sólo otro Objetivo de Desarrollo Sostenible, sino el que facilita la realización de todos los demás: Paz, Justicia e Instituciones fuertes. ¡Hablen de presión! Sin sociedades pacíficas inclusivas, sin un amplio sentido de justicia básica, sin instituciones responsables, habrá un progreso muy limitado, en el mejor de los casos, en los 17 ODS. Sería mucho más fácil si pudiéramos simplemente profundizar en un objetivo, cualquiera de los 17—digamos hambre—, entenderlo completamente y solucionar el problema permanentemente. Pero eso no es posible. Como hemos dicho tan a menudo en esta serie, los 17 objetivos están interconectados y se afectan mutuamente: Energía…clima…comida…salud… Incluso antes de la COVID, y a pesar del derecho internacional, tantas personas murieron a diario a causa de conflictos armados. Ya en 2019 el número de migrantes y refugiados que huyen de la guerra, la persecución y el conflicto superó los 79,5 millones, el nivel más alto registrado. Y la pandemia, con su pánico e incertidumbre en todo el mundo, sus revelaciones de sistemas de respuesta rotos y el nacionalismo vacunal sólo exacerbaron aún más la paz y la seguridad mundiales, ya que elevaba los niveles de sufrimiento para los más vulnerables entre nosotros. Alarmantemente, la implementación del #16 parece sombría. Con el aumento del nacionalismo extremo y la xenofobia, la democracia en todo el mundo ha dado algunos pasos atrás. Muchos de los 12 objetivos de este ODS están en declive, por ejemplo, la lucha contra la corrupción, la creación de transparencia. La tendencia de 10 años sobre el aumento del espacio cívico y la participación se ha estancado. Aquí hay algo que contemplar. Por un lado, los ODS, esta Agenda 2030 de las Naciones Unidas para las Personas y el Planeta, en algunos sectores se considera lo suficientemente importante como para ser catalogados como un documento clave junto con la Carta de las Naciones Unidas, la Declaración Universal de Derechos Humanos y el Acuerdo de París sobre Acción Climática. ¡Compañerismo impresionante de hecho! Sin embargo, por otra parte, en el proceso de revisión nacional voluntaria de los países que presentan el proceso de ODS en el país, a veces encontramos movimientos atrasados cuando los gobiernos informan honestamente. Así que, si bien las metas de 12 son claras y las 634 acciones sugeridas son convincentes, el desafío se reduce simplemente a preguntar a un país “¿Cuál es su plan para reiniciar el proceso de implementación de la Agenda”? Este ODS es tiene noble objetivo: Revitalizar una asociación mundial para el
desarrollo sostenible. Pero tiene sentido: El desarrollo no puede ser sostenible si no se comparte entre países y regiones. No en el sentido de igualdad perfecta—hay demasiadas variables para eso—sino en un sentido real de movimiento positivo hacia arriba compartido. La asociación mundial es el único camino a seguir. Hasta ahora los progresos han sido bueno y malo. El comercio mundial y la inversión extranjera directa mundial han disminuido, y se prevé que las remesas enviadas a sus hogares, que son una fuente de vida para tantas familias de hogares más pobres de todo el mundo, seguirán siendo bajas en un futuro previsible. A menudo decimos “es un mundo pequeño”. Preocuparnos por personas de todo el mundo que nunca conoceríamos no es sólo caridad, sino nuestro propio interés. Como entendemos con la situación de COVID, nunca estaremos completamente seguros hasta que todos estén seguros. Es difícil creer en nuestras vastas conexiones mientras vivimos nuestras vidas ordinarias. Pero espera--IA al rescate! Si nos hemos preguntado de vez en cuando cómo la Inteligencia Artificial está haciendo estos días, bueno, en las Olimpiadas el otro día un robot golpeó una toma de tres puntos! Un desafío de baloncesto con el que mucha gente tendría dificultades. Entre en “Olas”, un asesor de IA que recomienda iniciativas en las que invertir, proporcionando a los usuarios la sensación positiva de dar a la caridad, al tiempo que apoya el desarrollo sostenible. Ya se han ahorrado 7 billones de dólares para invertir en los ODS. La humanidad necesitará toda la ayuda que pueda obtener para lograr lo que este objetivo de desarrollo sostenible requiere: • Movilización de recursos para mejorar las capacidades de los países para recaudar ingresos; • Compartir conocimientos y cooperación para difundir el acceso a la ciencia, la innovación y la tecnología; • Recolección de datos y estadísticas relevantes: No podemos arreglar lo que no medimos para entender completamente; • Aumentar el acceso de banda ancha. Como se dijo anteriormente en estas páginas, "no dejar a nadie atrás" también significa no dejar a nadie fuera de línea porque la tecnología significa acceso a servicios vitales. SDG17 no es una hazaña pequeña. Pero hay formas de contribuir, desde insistir en que los candidatos a puestos superiores tengan una visión global saludable del desarrollo compartido, hasta hacer un poco de investigación nosotros mismos, antes de comprar, para encontrar productos producidos de forma sostenible y ética, lo que hace que un problema global sea verdaderamente local. Jim Claffey www.congregationofthemission-un-ngo.com A veces bastante.
Mira por ejemplo los cambios de nombre en el deporte. Tratando—en fin—a dejar atrás nombres ofensivos a los Americanos Nativos, el equipo de futbol americano en Washington dejó de usar “Pelos Rojos” y en béisbol Cleveland eliminó “Indígenas.” Recientemente el Movimiento Climático Católico Global cambió su nombre. Viendo que este nombre era muy largo, que no se traduce bien a otras lenguas y culturas, y que suena un poco institucional, la junta directiva y los líderes consultaron ampliamente, rezaron sobre el asunto, y finalmente declararon que el nuevo nombre sería Movimiento Laudato Sí. Uno de los consultados, quien bendijo el nuevo nombre en Pentecostés, es el autor de Laudato Sí, el documento que muchos consideran el logro más significativo de Papa Francisco hasta el momento. Es un cambio interesante. A veces un movimiento logra un éxito y entonces devuelve un tanto institucional, o por lo menos así se considera. En este caso, un movimiento sigue igual pero con un nombre indicando menos institucionalidad y más acción, caminando juntos, creando algo, empujando adelante—es decir, moviendo. El cambio también es fascinante. “Laudato Sí” es una oración alabando a Dios Creador: alabado seas Tú. No a un Dios que alguna vez creó, pero a un Dios que sigue creando, quien no ha terminado, quien crea, y re-crea, la faz de la tierra, nuestra Casa Común, a través de nosotros. Entonces cuando decimos “Laudato Sí” no solo citamos un documento, actualmente estamos rezando. Por lo tanto celebremos el Nuevo nombre de la mejor manera: siendo protectores de la creación, y conscientemente orando el nombre. Laudato Sí! Jim Claffey NGO representante de la Congregación de la Misión a las Naciones Unidas ¿Vida por debajo del agua? ¡Por qué debería importarme—yo vivo por encima del agua! El Objetivo de Desarrollo Sostenible 14 habla de la vida por debajo del agua, y nos debe preocupar si queremos recursos sostenibles para un futuro saludable. ¿Sabía usted que alrededor del 71 por ciento de la superficie de la Tierra está cubierta de agua, y los océanos tienen alrededor del 96.5 por ciento de toda el agua de la Tierra? Sólo piense, por un momento, donde estaríamos sin nuestros océanos. La cuestión se extiende mucho más allá de la falta de vacaciones en la playa. De hecho, la ONU dice que sin océanos, planeta tierra no sería un planeta habitable. "Nuestra agua de lluvia, agua potable, clima, costas, gran parte de nuestros alimentos e incluso el oxígeno en el aire que respiramos, son en última instancia proporcionados y regulados por el mar" Nuestras vías navegables sirven muchas funciones. Además de alimentarnos, regular el clima y producir gran parte de nuestro oxígeno, también sirven de “base para gran parte de la economía mundial, apoyando sectores desde el turismo hasta la pesca y la navegación internacional”. Afortunadamente, la prioridad de nuestras vías fluviales ha aumentado recientemente y, según las Naciones Unidas, “97 países firmaron el Acuerdo sobre medidas del Estado rector del puerto, el primer acuerdo internacional vinculante sobre pesca ilegal, no declarada y no reglamentada”. Igualmente, el impacto del COVID-19 en la reducción de la actividad humana ha dado a nuestros océanos un poco de tiempo para respirar y sanar. Sin embargo, la contaminación y la acidificación siguen amenazando nuestros ecosistemas marinos. Entonces, ¿qué podemos hacer? O como dice la pregunta Vicentina: ¿Qué hay que hacer? En nuestra vida diaria, hay varios pasos que podemos tomar para reducir el daño que podríamos causar. En primer lugar, podemos evitar los plásticos de un solo uso e intentar vivir un estilo de vida más minimalista. Eso sería un gran paso, aunque probablemente no atractivo para muchos de nosotros, pero hay que hacer algo. También podemos comer solo peces certificados por el MSC (Marine Stewardship Council), y menos de ellos, ya que el 85% de las pesquerías del mundo están totalmente explotadas, agotadas o en estado de colapso. Podemos cambiar a productos respetuosos con el medio ambiente y ser conscientes de la falsa comercialización ecológica. Podemos trabajar activamente para reducir nuestra huella de carbono. Coma, compre, planifique y viva estratégicamente con el medio ambiente en mente. Jim Claffey, NGO de la CM a la ONU Chloe Bergeron, UN intern de la CM congregationofthemissionUN@gmail.com Seguramente muchos de nosotros jugamos con dominó cuando éramos niños, estableciendo cada pieza en hermosa formación sólo para empujar uno hacia abajo, lo que inevitablemente empuja a otro, y otro, y otro… Hoy en día, seguimos jugando el mismo juego. Todos los días muchos de nosotros caminan a través de nuestras ciudades, respiramos aire contaminado, compramos alimentos que a menudo no se cultivan localmente, abusan de los recursos y vamos a casa a una falsa comodidad pensando que todo esto es normal y todo está bien.
Puede ser normal pero no todo está bien. El cambio inmediato en el estilo de vida y la acción significativa son fundamentales para restaurar el futuro de nuestro planeta. Y la tecnología contribuye en ambas direcciones: Compramos un nuevo dispositivo tecnológico, facilitando la vida, pero también validamos los peligrosos proyectos mineros que producen los metales, dañando gravemente la vida de los pueblos pobres, y a menudo indígenas. Comemos carne, por supuesto, pero también aumentamos las emisiones de carbono. Todas las acciones tienen reacciones seguidas de más reacciones, en nuestro mundo y vida interconectados. El Objetivo 15 de Desarrollo Sostenible habla de la protección, restauración y promoción del uso sostenible de los ecosistemas terrestres, ordenación sostenible de los bosques, lucha contra la desertificación, detención e inversión de la degradación de la tierra y reducción de la pérdida de diversidad biológica. Como se puede decir, hay muchas facetas en este SDG, pero como todos los 17, los elementos y componentes de uno están conectados entre sí. Y como muchos de los ODS, el cambio comienza con nosotros. De acuerdo con los objetivos de las Naciones Unidas de 2020, nos estamos quedando cortos en detener la pérdida de biodiversidad. Nuestros bosques albergan a más del 80% de todas las especies terrestres, pero a medida que nuestros bosques sufren debido a las crecientes sequías, incendios y deforestación, más de 31.000 especies están amenazadas de extinción. Asimismo, las zonas forestales están disminuyendo a un ritmo alarmante, impulsado principalmente por la expansión agrícola. Cada día, hacemos muchas opciones que afectan nuestra vida en esta hermosa tierra. Hay muchas formas de participar: Podríamos plantar un árbol, recoger la basura cuando la vemos, ir sin papel en el hogar y en los espacios de oficina, comprar productos reciclados, apoyar a las empresas comprometidas con la reducción de la deforestación, comprar sólo lo que vamos a utilizar, evitar el aceite de palma, reciclar y planificar nuestras compras estratégicamente. Políticamente, hay muchos pasos que podemos tomar cuando se trata de lograr la justicia ambiental. Escribir a nuestros legisladores y presionar por una legislación que corresponda a la necesidad de actuar contra el cambio climático. Mostrar a nuestros gobiernos locales que priorizamos las energías alternativas. Económicamente, podemos invertir en empresas verdes y en aquellas que están trabajando activamente para construir un mañana mejor, y apoyar ideas que sean innovadoras y que reconstruyan sistemas rotos. Personalmente, podemos encontrar la inspiración de un líder ambiental y comenzar un jardín. Mi líder ambiental (Chloe), hijo de Shaman y líder Shuar indígena, Etsa Kuja, me dijo una vez que si es capaz de mantener viva una planta durante 6 meses- si es capaz de nutrirla, recuerde regarla, apoyarla, diagnosticar sus necesidades y priorizar su bienestar- entonces, y sólo entonces, puedes entender el amor. Entonces y sólo entonces, puede usted decir que tiene una relación saludable con nuestra madre tierra. Todos podemos aprender y debemos escuchar a los pueblos indígenas, a menudo los mayores cuidadores de nuestra Tierra. A medida que avancamos hacia la segunda mitad de 2021, después de una pandemia global, parece como si todos nuestros dominó se empujaran hacia abajo. Pero, ¿qué hicimos siempre después de empujarlos hacia abajo? Bueno, los recogimos de nuevo, por supuesto, y comenzamos a ponerlos de nuevo en una formación aún más magnífica. Jim Claffey, NGO for the CM to the UN Chloe Bergeron, Intern for the CM @ the UN www.Congregationofthemission-un-ngo.com Ahora todos sabemos algo sobre el cambio climático. Si bien la prevención de COVID19 ha sido prominente en nuestras mentes colectivas, el cambio climático sigue y, de hecho, es potencialmente una amenaza mucho mayor a largo plazo.
Estoy tentado a recuperar esa referencia a “largo plazo” porque, día tras día, los expertos y agencias sobre el clima nos recuerdan lo poco tiempo que queda para hacer algo lo suficientemente importante o significativo como para detener nuestra marcha actual hacia el desastre. Por lo tanto, el Objetivo de Desarrollo Sostenible #13 de las Naciones Unidas no se titula cambio climático, sino acción climática, que es mucho más importante. Un enorme problema mundial, una ventana que se reduce para abordarlo de manera eficaz. En el Día de la Tierra tuiteé “La Pachamama (Madre Tierra) no será feliz hasta que la cuidemos mejor.” Hay mucho que aprender acerca de los peligros reales que el cambio climático plantea, y cómo podemos convertirnos en administradores de la Madre Tierra para proteger y cuidar de este gran don de nuestro Creador. Evidentemente, tenemos que estar informados en cierta medida sobre esta cuestión apremiante e insistir en la acción política para combatir nuestra dependencia de los combustibles fósiles y promover una energía limpia y asequible para todos. Como dice el Papa Francisco en Laudato Si: “Tenemos que darnos cuenta de que un verdadero enfoque ecológico siempre se convierte en un enfoque social; debe integrar las cuestiones de justicia en los debates sobre el medio ambiente, para escuchar tanto el grito de la tierra como el grito de los pobres. (#49) y “No nos enfrentamos a dos crisis separadas, una ambiental y la otra social, sino a una crisis compleja que es tanto social como medioambiental. Las estrategias para una solución exigen un enfoque integrado para combatir la pobreza, devolver la dignidad a los excluidos y, al mismo tiempo, proteger la naturaleza. (#139) El Papa nos recuerda elegantemente que ningún tema está aislado, que todo está conectado, mientras que podríamos debatir si X es una injusticia o debe cambiarse Y, debemos reconocer, como vicencianos que ven las cosas a través de la visión de los pobres y vulnerables, una injusticia innegable y absoluta: ¡los países más pobres contribuyen menos al cambio climático y, sin embargo, sufren la mayoría de sus consecuencias! No es que no hay acción. En muchos frentes hay esfuerzos notables, creativos y globales de acción climática. Recientemente, por ejemplo, la Administración de Estados Unidos organizó una Cumbre Mundial sobre “Desafíos de la adaptación y la resiliencia” para la seguridad climática, con la participación de líderes mundiales del gobierno, las empresas y la banca. Se contrajeron compromisos sobre la reducción del carbono y se hicieron promesas monetarias. De hecho, enormes sumas, $5 millones aquí y $10 millones allá, en cierto modo, amortizar la forma en que las empresas se han beneficiado de los recursos de la tierra, pero acogemos con beneplácito la financiación que podría financiar grandes esfuerzos, no obstante. Pero recordemos que los problemas sociales no se resuelven solo con dinero. Mientras que activistas expertos como Bill McKibben (360.org) admiten que las soluciones reales dependen en última instancia de la acción y la política del gobierno, Dios nos ayuda si esperamos cambio real de parte de los beneficiarios del dinero proveniente de grandes empresas de carbón y gas! Mejor Empujar a los “líderes” con la esperanza de que sigan. Más cerca de casa y a nivel más personal, tenemos que pensar en nuestras tareas diarias y en cómo nuestras acciones, aunque minúsculos en comparación con la inmensa tarea global impuesta por el cambio climático, contribuir a un estilo de vida que contamine y simplemente ignora lo que estamos dejando atrás para las generaciones futuras. Tener una comida vegana ahora y entonces, o reciclar plástico, no resolverá el cambio climático. Pero los pequeños esfuerzos personales crean una conciencia en nosotros, pueden conducir al valor de abogar más vocalmente sobre el tema, e incluso pueden generar un apoyo más amplio por parte de otros para unirse a la lucha para detener la actual espiral descendente. Por ejemplo, cuando dejamos una habitación, ¿pensamos apagar la luz? ¿Podríamos caminar o andar en bicicleta más a menudo, u ocasionalmente usar el transporte público en lugar de conducir? ¿Votamos a los candidatos que apoyan la energía limpia? ¿Animamos a nuestro lugar de trabajo a invertir en energía limpia? ¿Nos atrevemos a tomar medidas para cambiar nuestra dieta—aquí hay una que apesta!—debido a cómo la producción de alimentos contribuye poderosamente al cambio climático. Obviamente, hay un montón de otras sugerencias que provienen de una cuestión tan compleja. Los invito a tomar un breve momento para buscar en Google UN.org/ActNow. A medida que la preocupación por el aumento del cambio climático y los avances tecnológicos, debemos darnos cuenta de que este trabajo es un trabajo sagrado. Nos convertimos en administradores de la creación de Dios. Mostramos nuestra gratitud por este gran tesoro que nos ha regalado. Y ayudamos a nuestro hogar terrenal, la “casa común” a curarse poco a poco en el proceso. Jim Claffey, Representante de la CM a la ONU www.congregationofthemission-un-ngo.com @cmunnyc, FB congregation of the mission un Un día todos volaremos en coches eléctricos y viviremos en hogares con energía solar, pero todavía no estamos ahí. De hecho, sólo la mitad de la población urbana del mundo tiene incluso acceso conveniente al transporte público, y mucho menos un automóvil que vuela o se auto-conduce. Y en los últimos años, la contaminación del aire causa al menos 4.2 millones de muertes prematuras. Entonces, ¿qué pasa? Estamos en 2021 -- ¿dónde está la energía solar? ¿Los aerogeneradores? El Objetivo de Desarrollo Sostenible 11 hace esta pregunta y muchos más, esforzándose por hacer que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resistentes y sostenibles. A medida que el mundo se urbaniza cada vez más, según las Naciones Unidas existe un “número creciente de habitantes de tugurios, infraestructura y servicios inadecuados y sobrecargados (como la recolección de residuos y los sistemas de agua y saneamiento, carreteras y transporte)”. Aunque las ciudades ocupan sólo el 3 por ciento de la tierra del Mundo, ¡representan la mayor parte del consumo de energía y las emisiones de carbono del mundo! La planificación urbana sostenible y reflexiva es crucial para un futuro mejor. A medida que avancen, debemos insistir en redes funcionales de transporte público, mayores espacios recreativos que mejoren la salud y el bienestar en general y una vivienda sostenible e inclusiva. A lo largo de COVID-19, la planificación urbana defectuosa fue fácilmente evidente. Con muchas personas a menudo confinadas a espacios muy pequeños, la transmisión de la enfermedad fue desenfrenada. Una planificación urbana adecuada es un gran impulsor de la prevención de las pandemias y de las comunidades resistentes. Con acceso a agua limpia, saneamiento mejorado, vivienda duradera y espacio suficiente para vivir, todas las personas habrían mejorado la salud y el bienestar. Una vez más, vemos que el ODS 11, al igual que todos los demás ODS, está interconectado con tantas otras cuestiones. Con mejores ciudades, tenemos agua más limpia, mejor salud, mayor inclusividad e igualdad, transporte a oportunidades de empleo, la lista sigue y sigue… A medida que reconstruimos nuestras ciudades, centrémonos en “enfoques integrales y centrados en las personas para mejorar los barrios de tugurios y potenciar la capacidad de acción de la comunidad”, “programas de capacitación para funcionarios de gobiernos locales, regionales y nacionales” de preparación y resiliencia ante desastres, “gobernanza inclusiva y sensible al género”, y aumenta la “colección de datos a nivel urbano”, según las instrucciones de las Naciones Unidas y de diversas organizaciones sostenibles de todo el mundo. Puede que no volemos nuestros coches con energía solar muy pronto, pero tomar la iniciativa de mejorar nuestra planificación urbana es un buen paso para comenzar. “Lo necesito”, una frase que a menudo se escucha en los Estados Unidos por parte de aquellos que pasan ventanas de escaparate discutiendo los elementos que uno probablemente no “necesita” en absoluto. El Objetico de Desarrollo Sostenible # 12 trata de abordar esta declaración preguntándonos “Qué es lo que realmente ‘necesitamos?’” La verdadera respuesta es no mucho, a pesar de lo que nuestra cultura de constante consumo dicta a menudo.
Observe el ejemplo de los residuos de alimentos y alimentos: 1. Ve a la supermercado! 2. Ahora, compra todos los alimentos que necesitamos usando el dinero que hemos trabajado duro para ganar. 3. Ahora, tira el 40% de los alimentos. Este es el desafortunado patrón en los Estados Unidos. Otras naciones desarrolladas tienen un problema similar, aunque no al nivel de la cifra estadounidense de 40% de residuos de alimentos. Y ocurre mientras se estima que 800 millones de personas viven en hambre crónica en el mundo. El consumismo es el culpable, y debe ser abordado. A menudo va acompañada de otros comportamientos derrochadores que causan efectos ambientales y sociales negativos significativos en diferentes áreas. Según la ONU, los residuos electrónicos han crecido de 2010 a 2019 en un 38%, con menos del 20% de los materiales reciclados. La industria textil es el segundo mayor contaminador de agua limpia y a menudo explotador para los trabajadores textiles. ODS 12 pide que nos centremos en el consumo responsable. Nuestra demanda dirige al proveedor. Con una investigación adecuada para cambiar nuestros hábitos, podemos crear un futuro sostenible. También es importante ser innovador y centrarnos en soluciones viables. Aunque los Estados Unidos desperdician el 40% de sus alimentos, los franceses, por ejemplo, desperdician solo el 1,8% de sus alimentos. Después de un estudio sobre las actitudes de los estudiantes universitarios parisinos y “neyorkinos” hacia los alimentos y desechos, Chloé Bergeron, investigador estudiantil de la Universidad de St. John’s —ahora pasante de la Congregación de la Misión en las Naciones Unidas— creó una campaña integral de reducción de residuos alimentarios de Instagram y una promesa anual titulada @foodjusticeSJU utilizando enlaces, gráficos y desafíos que resaltaron la investigación de residuos de alimentos y las respuestas de las encuestas de los estudiantes. Haciendo hincapié en la planificación de porciones, el potencial de redistribución, las oportunidades individuales de reducción de residuos, la educación cultural francesa, las formas de implicarse institucionalmente y cómo abogar por el tema a nivel gubernamental, la campaña obtuvo una retroalimentación extremadamente positiva. Casi el 100% de los encuestados después de la campaña se comprometieron a participar más en la eliminación de los residuos de alimentos, ya sea personalmente, en sus comunidades escolares/laborales o a nivel gubernamental. Los resultados de la campaña demostraron que una mayor conciencia de los comportamientos derrochadores y las tácticas de reducción de residuos aumentan el activismo basado en soluciones y reducen el desperdicio. Como consumidores, debemos hacer cambios. A medida que somos más conscientes de nuestros comportamientos derrochadores, soluciones potenciales y responsabilidades éticas, podemos empezar a marcar una diferencia positiva en nuestras comunidades globales y presionar a las empresas para que adopten prácticas sostenibles. ¡Ahora, ve al supermercado! Compre todos los alimentos que necesita, pero con conocimiento del control de porciones, oportunidades de redistribución, prácticas de reducción de residuos culturales, y una comprensión genuina del valor de los alimentos. Ahora, coma bien. Este es el mundo que podemos crear. Más fácil de decir que de hacer, por supuesto, así que vamos a comenzar! Jim Claffey, UN representative of the CM, con Chloé Bergeron congregationofthemissionUN@gmail.com www.congregationofthemission-un-ngo Nuestra infraestructura nacional nos mantiene unidos. No es algo en lo que pensemos muy a menudo, pero es esencial. El transporte es un buen ejemplo. En la época de San Vicente, la mayoría de la gente vivía y moría tan solo cinco millas de su lugar de nacimiento. ¡Difícil de imaginar! La humanidad se mueve, la vida significa movilidad, y el desarrollo en todo el mundo exige sistemas que proporcionen no solo viajes personales, sino también el movimiento de bienes y recursos. De hecho, una infraestructura decente separa a los mundos desarrollados y en desarrollo. Lo mismo puede decirse de nuestros edificios, puentes, vehículos y todos los artículos relacionados. ¿Sabías que el crecimiento de la industria manufacturera, en general y no solo en los EE.UU., ha estado en un descenso constante incluso antes de COVID? Los recursos y las cadenas de suministro a menuda se ven afectadas por nuevos obstáculos. Nuestra creciente interconexión global significa que si un país se ralentiza, también lo hacen otros. Interconectado significa interdependiente. Ningún país hoy puede considerarse totalmente independiente. Esto nos recuerda el pensamiento del Cambio Sistémico: Todo está conectado, nada sucede en aislamiento. Por eso dependemos de sistemas saludables y mentes creativas para resolver problemas y fomentar el desarrollo. Durante la COVID, hemos utilizado la tecnología como apoyo vital, y pronto nos enteramos de que nuestra infraestructura de comunicación es esencial. Ya sea que estuviéramos en contacto con nuestras familias en Roma o leyendo noticias sobre China, muchos de nosotros estábamos conectados en línea, manteniendo relaciones al menos virtualmente, y trabajando eficazmente de una nueva manera. Aunque gran parte del mundo está cubierto por al menos una red de 2G, demasiados en todo el mundo no disfrutan de los instrumentos ni de la práctica técnica para beneficiarse de la infraestructura de la comunicación moderna. Algunas industrias no eran tan resistentes. En concreto, muchas industrias en pequeña escala se vieron gravemente afectadas por la pandemia. Probablemente todos conocemos al menos una o dos tiendas independientes que tuvieron que cerrar debido a la pandemia. Estas tiendas independientes son importantes para nuestras sociedades globales. A medida que la guerra contra las corporaciones monopolísticas continúa en Estados Unidos y otras partes del mundo, las pequeñas empresas son vitales para ayudar a promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación. Como nos recuerda la ONU, "el crecimiento económico, el desarrollo social y la acción climática dependen en gran medida de las inversiones en infraestructura, el desarrollo industrial sostenible y la fabricación tecnológica mundial", que a su vez crean nuevas alternativas de empleo e ingresos. Por lo tanto, el Objetico de Desarrollo Sostenible #9 pide a las naciones que mejoren el acceso a internet de alta velocidad y banda ancha confiable y asequible, y que aceleren la adopción generalizada y equitativa de vehículos eléctricos. Invertir en infraestructura, investigación y desarrollo, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación. Como consumidores, tenemos un papel que desempeñar. Podemos utilizar nuestro propio poder adquisitivo como "votos de peaje" para un mundo en el que queremos vivir. Si mostramos a las empresas que queremos sostenibilidad, podemos investigar primero para dar nuestro dinero a empresas verdaderamente sostenibles, y para apoyar a las industrias cuyos objetivos se alinean con los nuestros. Tenemos el poder. Deberíamos usarlo con prudencia. Un ejemplo pequeño pero indicativo: un sitio web particularmente útil en la compra de ropa de forma sostenible por marcas de calificación en varias categorías: https://directory.goodonyou.eco/?_ga=2.263115849.417480627.1619734137-191032380.1619734137. Una investigación modesta que podemos hacer fácilmente por nuestra cuenta nos pondrá en contacto con otras formas de encontrar recursos y empresas que merecen apoyo. ![]() ODS #9 arriba es bastante técnico y no un área en la que solemos enfocarnos, pero este # 10 habla directamente a nuestros corazones vicencianos! Nuestro carisma para compartir el Evangelio y servir, especialmente a las personas que viven en la pobreza, nos inspira a trabajar para reducir las desigualdades injustas.
Todos somos muy diferentes, con necesidades y deseos diferentes, pero una cosa en la que podemos estar de acuerdo es que nadie quiere quedarse atrás. La verdad es, sin embargo, que muchas personas en todo el mundo se dejan atrás cada día de diferentes maneras. Muchos son silenciados, explotados y dejados fuera de decisiones globales importantes. Las potencias mundiales y los responsables de la toma de decisiones no preguntan a quienes viven en pobreza devastadora y una vulnerabilidad constante qué necesitan y quieren, ni cómo suministrarlos. Cada vez más en la ONU, el mantra es "no hablen de nosotros (gente pobre) sin nosotros". La explotación y el sufrimiento prosperan en situaciones de desigualdad. Y ahora vemos la necesidad de reducir las desigualdades en voz alta y clara a través de la crisis de las vacunas. Muchos países, por lo general los más pobres y vulnerables, no han podido obtener vacunas, mientras que otros no gestionan bien algunos suministros y no compartirán la patente necesaria para su producción. Aparte de las desigualdades que existen entre los países antes y durante el COVID, en lo que respecta a la salud, la seguridad, la protección social y la economía, las mujeres de todas las nacionalidades han sido más afectadas por el COVID debido a su sexo. El desempleo pone en peligro los avances hacia la igualdad de género y los derechos de las mujeres. Cuando las escuelas abren uno o dos días a la semana, esta semana pero no la próxima, de manera desordenada, no se puede esperar que las madres, típicamente las que cuidan a la familia, mantengan un empleo estable. Asimismo, las necesidades especiales de las personas de edad, las personas con discapacidad, los niños, los migrantes y los refugiados, y los pueblos indígenas, deben ser consideradas mientras reconstruimos nuestras comunidades globales. Es importante que centremos las voces de los más afectados por las fallas sistémicas. Es importante que votemos por legisladores que consideren las necesidades especiales de los grupos privados de derechos. Es importante que escuchemos a los que sufren, y que hagamos todo lo posible para entender las necesidades de los que nos rodean. Es importante que todos hablemos en contra del discurso de odio, que ha aumentado bruscamente durante la pandemia, y creamos espacios inclusivos y seguros para todas las personas. Desigualdades basadas en ingresos, sexo, edad, discapacidad, orientación sexual, raza, clase, etnia, religión y oportunidad deben ser considerados en cada decisión que tomamos. Es nuestra responsabilidad utilizar nuestras crecientes conexiones globales para el cambio transformador. Debemos invertir en salud, educación, protección social y empleos decentes. Debemos eliminar las leyes discriminatorias. Si queremos avanzar, "avanzar juntos", tenemos que centrarnos en no dejar a nadie atrás. El ODS #10 pide a las naciones que adopten políticas fiscales y sociales que promuevan la igualdad y una mejor regulación de los mercados e instituciones financieras globales. Tomar decisiones basadas en la solidaridad y el bien común. "No deje a nadie atrás" se ha convertido en un imperativo moral y una medida crítica del éxito del desarrollo. Jim Claffey Congregation of the Mission UN NGO congregationofthemissionun@gmail.com Twitter: @cmunnyc FB: congregation of the mission un http://congregationofthemission-un-ngo.com Creo que es seguro decir que el año pasado dependíamos de la tecnología más que nunca. Entre conectarnos con familiares y amigos, o trabajar desde la casa con Zoom y usar “apps” web como nunca antes para asuntos de salud o compras, COVID-19 nos hizo a todos un poco más dependientes de la tecnología. De hecho, algunos argumentan, de manera convincente, que la tecnología se ha convertido en un elemento tan central de la vida actual que debe considerarse un derecho humano. Especialmente durante COVID, la tecnología se ha convertido en la puerta de entrada a la educación, a los servicios y a una forma de conexión humana muy necesaria. Ahora, habiendo considerado todo esto, ¿puedes creer que 789 millones de personas en el mundo carecen de electricidad? A medida que se hacen esfuerzos para proporcionar al mundo electricidad y las tecnologías que impulsan el avance, el Objetivo de Desarrollo Sostenible # 7 desafía a las naciones a garantizar que esta energía no solo esté disponible, sino que sea asequible, confiable, sostenible y moderna. Desde la erradicación de la pobreza por los “avances en salud, educación, abastecimiento de agua e industrialización” hasta la “mitigación del cambio climático” (Naciones Unidas), el acceso a la energía limpia es una herramienta poderosa y un objetivo ambicioso que, si se acciona, tiene un gran potencial para crear un mundo más conectado y inclusivo. A medida que modernizamos nuestra energía y aprendemos sobre los efectos de las diferentes fuentes de energía, es importante garantizar que nuestros recursos sean limpios y renovables. Muchas de las fuentes de energía que usamos hoy no están limpias y contaminan la tierra que llamamos Nuestro Hogar a una velocidad alarmante, impulsando al mundo por un camino peligroso. Reflexionaremos más profundamente sobre la cuestión en el marco del ODS 13 "Acción climática." A un nivel más personal, tenemos que pensar en nuestras tareas diarias y en cómo nuestras acciones contribuyen a un estilo de vida que contamina y simplemente ignora lo que estamos dejando atrás a las generaciones futuras. Por ejemplo, cuando dejamos una habitación, ¿pensamos apagar la luz? ¿Podríamos caminar o andar en bicicleta más a menudo, o ocasionalmente usar el transporte público en lugar de conducir? ¿Vamos a votar por candidatos que apoyan la energía limpia? ¿Animamos nuestro lugar de trabajo a invertir en energía limpia? Hay obviamente una tonelada de otras sugerencias que fluyen de una cuestión tan compleja. La energía limpia no solo afecta al futuro, también afecta al ahora. Vivimos en un mundo cada vez más consciente de los efectos de la energía en la vitalidad del planeta. A medida que aumentan las preocupaciones por el cambio climático y la tecnología avanza, es nuestra responsabilidad invertir en lo que es mejor para nuestro mundo. También es crítico que hacemos lo mejor no solo disponible, sino asequible, para que todos los seres humanos tengan igual acceso a las oportunidades que proporciona la energía limpia, y que nuestro hogar terrenal pueda comenzar a sanarse una vez más en el proceso. El Objetico de Desarrollo Sostenible # 8, que pide la promoción de un crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo y el trabajo decente para todos, ha sido especialmente desafiado, como muchos de los ODS, durante toda la pandemia del COVID-19.
La gente quiere trabajar. El trabajo da a las personas dignidad y responsabilidad. El valor del trabajo es innegable: Expresa la creatividad humana y puede contribuir a la salud y el bienestar material de todos. Los retos para el trabajo decente y el crecimiento económico son muchos y complejos tanto en el presente como en el futuro, porque todavía no tenemos una idea clara de lo que el futuro tendrá para el mercado laboral. A medida que avanzan la tecnología y la inteligencia artificial, simplemente no sabemos qué puestos de trabajo serán necesarios en un futuro no tan lejano y cuáles serán totalmente superfluos. Así que a medida que el futuro desconocido del trabajo se desarrolla en un entorno que cambia rápidamente, sólo podemos abordar las necesidades actuales de trabajo y crecimiento económico. A medida que aumentan las pérdidas de puestos de trabajo, la Organización Internacional del Trabajo estima que casi la mitad de la mano de obra en todo el mundo corre el riesgo de perder sus medios de vida. La OIT también afirma que "las perturbaciones económicas y financieras asociadas con la pandemia, como las perturbaciones en la producción industrial, la volatilidad del mercado financiero y la creciente inseguridad, están descarriando el ya tibio crecimiento económico y agravando los riesgos de otros factores.” Entonces, ¿cómo salir de este desastre? ¿Cómo podemos garantizar que todas las personas no solo tengan acceso al trabajo, sino a un trabajo decente que incluya un salario justo, seguridad, protección social, desarrollo personal e integración social? Las Naciones Unidas sugieren comenzar por centrarse en proporcionar la mejor educación y capacitación de calidad para dar a los que ingresan a la fuerza de trabajo las aptitudes deseadas para su trabajo. Cuando equipamos a los trabajadores con las habilidades que necesitan para entrar en la fuerza laboral, estarán mejor posicionados para pasar a un trabajo decente que traiga satisfacción financiera y social. Al mismo tiempo, debemos seguir insistiendo en salarios justos, condiciones de trabajo decentes, protecciones sociales y sistemas justos de trabajo trabajador-empleador y relaciones contractuales. Los lugares de trabajo deben ser inclusivos y no discriminatorios. Solo entonces podremos avanzar en la creación de una fuerza de trabajo centrada en el crecimiento y el desarrollo. Una vez que invertimos en la creación de habilidades adecuadas y aplicamos medidas de salud y seguridad que creen entornos de trabajo positivos, podemos empezar a construir nuestra economía mundial mejor que antes. Covid-19 ha puesto de relieve la inestabilidad y fragilidad de nuestras economías mundiales. Ha enfatizado los defectos en nuestros sistemas. Ha roto muchas de nuestras redes. Ahora es el momento de llenar estas brechas, corregir estas injusticias y construir redes sostenibles y duraderas de inclusión, sostenibilidad y condiciones de trabajo decentes. Juntos, podemos invertir en las habilidades de los demás y podemos promover un trabajo que sea mutuamente beneficioso para los trabajadores y para la economía en general. Jim Claffey Congregationofthemissionun@gmail.com Congregationofthemission-un-ngo.com T: cmunnyc FB: congregation of the mission un |
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